No quiero que toquen en mi puerta


Que no quiero que toquen en mi puerta.
No quiero que toquen en mi puerta.
No tengo paciencia ni cabales,
que tanta jodienda me molesta.
Yo puse el letrero que no hay nadie.
Lo que tú vendes no me interesa,
no sigas buscando que me embale,
no quieras probar sin anestesia
lo que es galletón de carnavales.
Que no quiero que toquen en mi puerta.
No quiero que toquen en mi puerta.
Yo tengo mis propios ideales,
no le voy a abrir al religioso
ni a los trabajadores sociales.
A mí, la verdad, no hay quien me entienda.
Yo vengo de barrios marginales,
y el que trate de ponerme las riendas,
lo pongo a bucear el Almendares.
Oye, sabiduría me sobró para entender
con quién sembrar y con quién debo recoger,
quién me engañó.
Y mira, me vi silvestre como hierba de solar,
no es necesario que me vengan a enseñar
cómo vivir.
Que yo no quiero que toquen en mi puerta.
No quiero que toquen en mi puerta.
No doy opiniones ni detalles,
yo saqué mis propias conclusiones,
yo soy un ásere de la calle
que no trago a los comecandelas
ni a los policías orientales.
Respeto a los hombres de principios
si saben llegar a los finales.

(canción: Erick Sánchez; foto: Gonzalo HY)

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