Non insegnate ai bambini

Non insegnate ai bambini, non insegnate la vostra morale,
è così stanca e malata, potrebbe far male.
Forse una grave imprudenza è lasciarli in balia di una falsa coscienza
Non elogiate il pensiero, che è sempre più raro,
non indicate per loro una via conosciuta,
ma se proprio volete insegnate soltanto la magia della vita.
Giro giro tondo cambia il mondo.
Non insegnate ai bambini, non divulgate illusioni sociali,
non gli riempite il futuro di vecchi ideali,
l’unica cosa sicura è tenerli lontano dalla nostra cultura.
Non esaltate il talento, che è sempre più spento
non li avviate al bel canto, al teatro, alla danza,
ma se proprio volete raccontategli il sogno di un’antica speranza.
Non insegnate ai bambini, ma coltivate voi stessi il cuore e la mente,
stategli sempre vicini date fiducia all’amore il resto è niente.
Giro giro tondo cambia il mondo.
Giro giro tondo cambia il mondo.

(letra: Giorgio Gaber; foto: Gonzalo HY)

De cobre

¿Quién será la puerta de tu llave,
a quién le abrirás tus puertas?
¿Quién gateará por tus dunas
en dirección a tu meca?
¿Quién amanece en tu vientre,
quién sabe a cama deshecha,
quién baila en ti su sirtaki
al ritmo de cuatro piernas?

¿Y quién manchará de tiza
el recuerdo de tu nombre?
¿Dónde irás, niña de cobre,
cuando el cobre sea ceniza?
¿Quién se pondrá tu camisa,
quién será tu cruz del norte,
cuando el norte no sea norte
y cuando el sur ya no exista?

¿Quién te dirá ser Don Juan DeMarco,
a quién le abrirás tu espalda?
¿Quién te llamará Pandora
mientras se encierra en tu caja?
¿Quién te miente, quién te miente,
quién pesa y pisa tus canas?
¿Quién te excava y quién esquiva
todo el carmín de tus balas?

¿Y quién secará la tinta
de tanta carta sin sobre?
¿Dónde echar, pa’ que no estorbe,
tanto preso, tanta prisa?
¿Quién se pondrá de rodillas,
quién profanará tu escote,
cuando ya nadie equivoque
beso y vaso, amante-amiga?

(canción: Nacho Artacho; foto: Gonzalo HY)

Quando eu nasci...

Quando eu nasci,
Ficou tudo como estava.
Nem homens cortaram veias,
Nem o Sol escureceu,
Nem houve Estrelas a mais...
Somente,
Esquecida das dores,
A minha Mãe sorriu e agradeceu.
Quando eu nasci,
Não houve nada de novo
Senão eu.
As nuvens não se espantaram,
Não enlouqueceu ninguém...
P’ra que o dia fosse enorme,
Bastava
Toda a ternura que olhava
Nos olhos da minha Mãe...

(poema: Sebastião da Gama; foto: Gonzalo HY)

¿Adónde van?

¿Adónde van las palabras que no se quedaron?
¿Adónde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas,
como prisioneras de un ventarrón,
o se acurrucan entre las hendijas,
buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales,
cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van?
¿Adónde van?

¿En qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿Adónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿Por dónde están las angustias
que desde tus ojos saltaron por mí?
¿Adónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril?
¿Adónde van ahora mismo estos cuerpos
que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van?
¿Adónde van?

¿Adónde va lo común, lo de todos los días:
el descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿Adónde va la sorpresa
casi cotidiana del atardecer?
¿Adónde va el mantel de la mesa,
el café de ayer?
¿Adónde van los pequeños terribles encantos
que tiene el hogar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van?
¿Adónde van?

(canción: Silvio Rodríguez; foto: Gonzalo HY)

A luz de Lisboa (Claridade)

Quando Lisboa escurece
E devagar adormece
Acorda a luz que me guia;
Olho a cidade e parece
Que é de tarde que amanhece
Que em Lisboa é sempre dia

Cidade sobrevivente
Dum futuro sempre ausente
Dum passado agreste e mudo
Quanto mais te enches de gente
Mais te tornas transparente
Mais te redimes de tudo

Acordas-me adormecendo
E dos sonhos que vais tendo
Faço a minha realidade
E é de noite que eu acendo
A luz do dia que aprendo
Com a tua claridade

(canción: Manuela de Freitas / José Mário Branco; foto: Gonzalo HY)

Ojalá


Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan,
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

(Silvio Rodríguez)

Piropos

Mi otra mitad,
mi media naranja,
la suela de mi zapato,
la funda de mi machete:

eso eres tú.

Mi contrapartida,
mi signo contrario,
la tuerca de mi tornillo,
la media en mi pie descalzo:
eso eres tú.

La melodía que me falta,
la cuarta de mi guitarra,
el café del desayuno,
la lámpara en mi velador:
eso eres tú.

La suite de mi Cascanueces,
mi Pastoral, mi Gioconda,
mi sinfonía cuarenta
y mis Cuatro estaciones:
eso eres tú.

Mi rabo de nube,
mi verdad amarga,
el huracán de mi palma
y mi Santa Cecilia:
eso eres tú.

Mi María del Carmen,
mi verso sencillo,
mi pequeño romance
y mi mujer habitada:
eso eres tú.

Mi amor en tiempo de cólera,
Penélope de mi Ulises,
mi agua pa' chocolate,
mi eternamente Yolanda:
eso eres tú.

Mi táctica y mi estrategia,
mi canción desesperada,
mi no me dejes ir
poco antes de que den las diez:
eso eres tú.

Comienzo y final,
sur de mi mochila,
el tono de mi belleza,
mi tabla en el mar violento:
eso eres tú, eso eres tú.

(canción: Vicente Feliú; foto: Hugold)

Era

Era simplemente que no se tenían más:
se saturaron tanto del equilibrio
preso, falso,
y el espanto de no saber romper
con todo lo hermoso que ya fue.

Era más cuestión de falta de sinceridad:
lágrimas encerradas tras la sonrisa,
mueca desaparecida;
suerte de oscuridad
que transforma amor en soledad.

Murió la luna de los enamorados
convencidos de que sólo muertos
no estarán.
Llegó la implosión,
el trecho amargo de la desesperanza.

Simplemente, que no se tenían más;
suerte de oscuridad que transforma amor en soledad.

(Santiago Feliú)

Si un ángel se desnuda

Aquel bendito chaparrón
que acabó con el verano,
alas le puso al corazón
y en mis manos un regalo;
y, sin mediar palabra, tú,
queriendo sentir mi peso,
me entregabas un alud
de humedades y de besos.
Y rodaba por las dunas
con un ser de las alturas:
la pasión bajo el plumaje,
cuando se desnuda un ángel.
Hay sitio en casa, quédate.
Tú, sin irte por las ramas,
te hiciste hueco para un mes
que vivimos en la cama.
De tanto perder el tren
y entre tanta despedida,
llegó el desorden al Edén:
esa gloria no era vida.
Y tomaste tu camino,
yo la senda de un mal vino:
un dolor duro y salvaje
cuando te abandona un ángel.
Tus besos son mi religión,
en la playa de poniente
vuelvo a cantarte tu canción
con las nubes de septiembre.
Un rayo en el corazón
y en mis venas un naufragio,
si un bendito chaparrón
se convierte en el presagio.
De tus pasos en la arena
la nostalgia me envenena:
un dolor duro y salvaje
cuando no regresa un ángel.
Yo rodaba por las dunas
con un ser de las alturas:
la pasión bajo el plumaje,
cuando se desnuda un ángel.

(Javier Ruibal)

Estranha Lua

Que estranha é esta lua
Tão cheia como um ventre
Senhora das marés
Da noite feiticeira?
Que estranha é esta lua
Suspensa e de repente
Desmaiada a meus pés
Com clarões de fogueira?

Que estranha é esta lua que se mostra á cidade
Despida sem pudor, em quartos minguantes?
Que estranha é esta lua, mulher-corpo á vontade
Num convite d'amor, á noite dos amantes?

Que estranha é esta lua que dum quarto crescente
Em fases se renova, com gestos de bailado?
Que estranha é esta lua, do ventre do poente
Nascida lua nova, candeia do meu fado?

Ás vezes reconheço que há lágrimas de lume
Rasgando o meu olhar, quando te vejo nua
Assim, quase adoeço no peito este ciúme
E a voz quer-me gritar, que estranha é esta lua!

(Mário Raínho / Ricardo Cruz)

Soldadito marinero

Él camina despacito que las prisas no son buenas.
En su brazo dobladita con cuidado la chaqueta.
Luego pasa por la calle dónde los chavales juegan.
Él también quiso ser niño pero le pilló la guerra.

Soldadito marinero conociste a una sirena
de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena.
Escogiste a la más guapa y a la menos buena.
Sin saber como ha venido, te ha cogido la tormenta.

Él quería cruzar los mares y olvidar a su sirena.
La verdad, no fue difícil cuando conoció a Mariela,
que tenía los ojos verdes y un negocio entre las piernas:
hay que ver que puntería, no te arrimas a una buena.

Soldadito marinero conociste a una sirena
de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena.
Escogiste la más guapa y a la menos buena.
Sin saber como ha venido, te ha cogido la tormenta

Después de un invierno malo, una mala primavera.
Dime por qué estás buscando una lágrima en la arena.

(canción: Fito Cabrales; foto: Sergio Larraín)