Siete de siete / Sete pedaços de vento
Siete de siete colores,
siete veces por semana,
de siete en siete latidos
mi corazón te reclama.
Por este amor que me mata
─¡malhaya mi cobardía!─,
─¡malhaya mi cobardía!─,
mis siete vidas de gata
enteras te las daría.
Menos de siete no quiero:
Menos de siete no quiero:
si a siete y media me lanzo,
igual me paso y acierto
que llego y nunca te alcanzo.
Mercurio, Venus, la Tierra
de mil amores te diera…
Marte, Júpiter, Saturno
y la Luna si pudiera.
¡Qué suerte ni qué destino!
¡Qué suerte ni qué destino!
¡Qué miedo ni qué fracaso!
¡Quién no se pone en camino de ese flechazo!
¡Qué gloria! ¡Qué desatino!
¡Qué gloria! ¡Qué desatino!
¡Qué estrella ni qué ocho cuartos!
Que, si me viene esa flecha, yo no me aparto.
Y herida por siete sables
Y herida por siete sables
─¡pobre esperanza la mía!─
siete sueños improbables
se me escapan cada día.
Que siete veces me asome
Que siete veces me asome
a los balcones del cielo
y siete besos me salven
del infierno de los celos.
¡Qué suerte ni qué destino!
¡Qué suerte ni qué destino!
¡Qué miedo ni qué fracaso!
La vida toca a tu puerta y está de paso.
¡Qué gloria! ¡Qué desatino!
¡Qué gloria! ¡Qué desatino!
¡Qué estrella ni qué ocho cuartos!
Que, si me viene esa flecha, yo no me aparto.
¡Qué suerte ni qué destino!
¡Qué suerte ni qué destino!
¡Qué miedo ni qué fracaso!
La vida llama a tu puerta y tú ni caso.
¡Qué gloria! ¡Qué desatino!
¡Qué estrellas ni qué ocho cuartos!
Que si me viene esa flecha, yo no me aparto.
(Javier Ruibal)
(foto: Gonzalo HY)
Entrego ao vento os meus ais
Entrego ao vento os meus ais
Onde desejo se mata
Sete desejos carnais
Que o meu desejo desata
Meus lábios estrelas da tarde
Sete crescentes de lua
Que o desejo não me guarde
Na vontade de ser tua
Quero ser
Eu sou assim
Sete pedaços de vento
Sete vozes no jardim
No jardim que eu própria invento
Sete ares de nostalgia
Sete perfumes diversos
Nos cristais da fantasia
Amante de amores dispersos
Sete gritos por gritar
Sete silêncios viver
Sete luas por brilhar
E um céu para me acontecer
Entrego ao vento os meus ais
Onde desejo se mata
Sete desejos carnais
Que o meu desejo desata
Meus lábios estrelas da tarde
Sete crescentes de lua
Que o desejo não me guarde
na vontade de ser tua.
na vontade de ser tua.
(José Luís Gordo / Custódio Castelo)
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