Il bacio sulla bocca
(canción: Ivano Fossati; imagen: película Breakfast at Tiffany's, 1961 - Blake Edwards)
"Vaporcito, vaporcito, vaporcito... que nos lleva en su vaivén"
Agua que no has de beber,
oro puro que se tira,
que por el agua se sufre,
se perdona y se respira.
Agua que no has de beber,
nunca la dejes correr.
El que corre sin descanso
nunca llegará primero
al corazón de los mansos.
Dale agua y no dinero:
agua que dejes pasar
puede el destino cambiar.
Si tú la tiras por el camino,
no va quedar un espino
donde puedas esconderte;
y voy a darte tu merecido,
este niño malcriado
nunca cambiará su suerte.
El niño de Senegal
sueña que se va a la Luna
en una nave espacial
ligera como una pluma
─tuvo cara de astronauta
desde que estaba en la cuna.
Y en la órbita perfecta,
asomado a la ventana,
el niño del Serengueti
ocho veces por semana
sueña que tira confeti
y se inunda la sabana.
Como no cumple nunca un castigo,
este niño consentido
se me va a quedar en babia.
Si no estuvieras siempre en las nubes
cuidarías, no lo dudes,
de no derramar el agua.
Por los dioses de mi tribu,
juro que hago de ti un hombre
aunque pierda los estribos
y llegue a borrar tu nombre
de tanto como lo digo.
Un hombre como es debido.
(canción: Javier Ruibal; foto: Giorgina Cranston)
Necesitas una fuga, catatónica, nocturna, un viento breve
al edén de un sábado, donde un ave miope te espera leve,
de las malas colisiones, no te puedes escapar, candil de nieve,
y es que, si lo ves volando sobre el labio de otra flor,
te encolerizas, te ruborizas, candil de nieve.
Enciéndete, clavel, cuando amanecer veas la razón
de lo que te faltó, luego no alcanzó más tu corazón.
No pienso que sufrir es aquella opción
que nos dio algún dios para salvarnos.
No apagues el candil, o la nieve te hunde en el centro del dolor.
Necesitas una fuga hacia un mundo verdadero de locuras,
y cuando vengan por ti no sólo ha de deslumbrarte la hermosura.
Otras lágrimas te esperan cual angustias pasajeras en tu camino,
y otras musas más ligeras pintarán y tocarán otro destino.
Sal a buscarlas, candil de nieve.
Enciéndete, clavel, cuando amanecer veas la razón
de lo que se te dio, luego no alcanzó más tu corazón.
No pienso que sufrir es aquella opción
que nos dio algún dios para salvarnos.
No apagues el candil, o la nieve te hunde en el centro del dolor.
(Raúl Torres / Pablo Milanés)
I
Sur l'onde calme et noire où dorment les étoiles
La blanche Ophélia flotte comme un grand lys,
Flotte très lentement, couchée en ses longs voiles ...
- On entend dans les bois lointains des hallalis.
Voici plus de mille ans que la triste Ophélie
Passe, fantôme blanc, sur le long fleuve noir;
Voici plus de mille ans que sa douce folie
Murmure sa romance à la brise du soir.
Le vent baise ses seins et déploie en corolle
Ses grands voiles bercés mollement par les eaux;
Les saules frissonnants pleurent sur son épaule,
Sur son grand front rêveur s'inclinent les roseaux.
Les nénuphars froissés soupirent autour d'elle;
Elle éveille parfois, dans un aune qui dort,
Quelque nid, d'où s'échappe un petit frisson d'aile:
- Un chant mystérieux tombe des astres d'or.
II
O pâle Ophélia! belle comme la neige!
Oui, tu mourus, enfant, par un fleuve emporté!
- C'est que les vents tombant des grands monts de Norwège
T'avaient parlé tout bas de l'âpre liberté;
C'est qu'un souffle, tordant ta grande chevelure,
A ton esprit rêveur portait d'étranges bruits;
Que ton coeur écoutait le chant de la Nature
Dans les plaintes de l'arbre et les soupirs des nuits;
C'est que la voix des mers folles, immense râle,
Brisait ton sein d'enfant, trop humain et trop doux;
C'est qu'un matin d'avril, un beau cavalier pâle,
Un pauvre fou, s'assit muet à tes genoux!
Ciel! Amour! Liberté! Quel rêve, ô pauvre Folle!
Tu te fondais à lui comme une neige au feu:
Tes grandes visions étranglaient ta parole
- Et l'Infini terrible effara ton oeil bleu!
III
- Et le Poète dit qu'aux rayons des étoiles
Tu viens chercher, la nuit, les fleurs que tu cueillis,
Et qu'il a vu sur l'eau, couchée en ses longs voiles,
La blanche Ophélia flotter, comme un grand lys.
Amor é fogo que arde sem se ver,
é ferida que dói, e não se sente;
é um contentamento descontente,
é dor que desatina sem doer.
É um não querer mais que bem querer;
é um andar solitário entre a gente;
é nunca contentar-se de contente;
é um cuidar que ganha em se perder.
É querer estar preso por vontade;
é servir a quem vence, o vencedor;
é ter com quem nos mata, lealdade.
Mas como causar pode seu favor
nos corações humanos amizade,
se tão contrário a si é o mesmo Amor?
(Amor é fogo que arde sem se ver, Luís Vaz de Camões, 1524/25-1580)
a Yehude Simon Valcárcel
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé.
Golpes como del odio de Dios.
Como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.
Son pocos; pero son...
Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas.
O los heraldos negros que nos manda la muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma.
De alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Son esos rudos golpes sangrientos las explosiones súbitas,
de alguna almohada de oro que funde un sol maligno.
Y el hombre... ¡Pobre hombre! Vuelve los ojos como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza como charco de culpa en la mirada...
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
(letra: César Vallejo; foto: Juan Domingo Córdoba)
a Nacho Artacho
Lisboa à beira-mar, cheia de vistas,
ó Lisboa das meigas procissões!
ó Lisboa de irmãs e fadistas!
ó Lisboa dos líricos pregões!
Lisboa com o Tejo das conquistas,
mais os ossos prováveis de Camões!
Ó Lisboa de mármore! Lisboa
quem nunca te viu, não viu coisa boa!
(Evocação de Lisboa, António Nobre)
No Castelo ponho um cotovelo
Em Alfama descanso o olhar
E assim desfaço o novelo
De azul e mar.
À Ribeira encosto a cabeça
Almofada na cama do Tejo
Com lençóis bordados à pressa
Na cambraia de um beijo.
Lisboa menina e moça, menina
Da luz que meus olhos vêem, tão pura
Teus seios são as colinas, varina
Pregão que me traz à porta, ternura.
Cidade a ponto luz, bordada
Toalha à beira-mar, estendida
Lisboa menina e moça, amada
Cidade mulher da minha vida.
No Terreiro eu passo por ti
Mas da Graça eu vejo-te nua
Quando um pombo te olha sorri
És mulher da rua.
E no bairro mais alto do sonho
Ponho o fado que soube inventar
Aguardente de vida e medronho
Que me faz cantar.
(Lisboa, menina e moça, Ary do Santos)
(foto: Gonzalo HY)
Maldita lluvia la de hoy,
que no te deja ni llegar a tiempo.
Maldita lluvia la de hoy,
que no hace más que recordar tu aliento.
Llueve,
tú no has llegado y un gorrión pierde sus alas,
el polvo que anda acumulado en mi ventana
la desfigura y me la vuelve como un mapa.
Llueve,
se desmoronan las paredes de mi casa,
el mundo buitre viene y se posa en mi espalda
con su antivida, su antiamor, su antipalabra.
Maldita lluvia la de hoy,
que me hace ver el mundo en blanco y negro.
Maldita lluvia la de hoy,
desgarradura en el cristal del viento.
Llueve,
un cono sur, cruz retorcida, cruz gamada,
sombra chinesca de traición, gran contramarcha,
un apartheid es como un tajo en las entrañas.
Llueve,
una Polonia confundida y entrampada,
un Salvador salvando en sangre la esperanza,
una razón decapitada en Guatemala.
Llueve,
y ya la lluvia hoy es veneno aunque llegaras,
una canción atravesada en la garganta,
un estallido de neutrones en el alma.
(letra: Noel Nicola; foto: Yanko Millán)
So, so you think you can tell
Heaven from Hell,
Blue skies from pain.
Can you tell a green field
From a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?
And did they get you trade
Your heroes for ghosts?
Hot ashes for trees?
Hot air for a cool breeze?
Cold comfort for change?
And did you exchange
A walk on part in the war
For a lead role in a cage?
How I wish, how I wish you were here.
We're just two lost souls
Swimming in a fish bowl,
Year after year,
Running over the same old ground.
What have we found?
The same old fears,
Wish you were here.
(letra: Roger Waters & David Gilmour; música: David Gilmour; foto: Mick Rock)